3/9/09

Epitafio

Suenan las campanas de la oscura catedral
La muerte ha visitado mi ciudad
Yo sobre la lapida fría, en la tumba donde descansan sueños
Donde descansan memorias que me dieron alegría
Y hoy me llenan de melancolía
De lágrimas acidas que hacen surcos en las mejillas
Mutilando mis ojos
Pues es mas doloroso cuando vez la muerte caminando a tu lado
Y pasan los días y no se termina de ir.

El reloj sigue avanzando, el tic tac no deja de sonar
Pero no llega nunca el final
A la maldición de morir cada día más
Solo estar cruzado de brazos esperando la sentencia
Esperando la ejecución
Que se lo llevara a dormir cantando la eterna canción
Que no es de amor, que no es de dolor
Mientras vaya caminando por los senderos que llegan a las murallas celestes
Que llevan a la puerta del misterio lejano.

No me asusta su muerte, me duele su vida
Su sufrimiento carnal, su deterioro corporal
Son cuchillas que se clavan en mi cuerpo
Que los cargo día y noche
Que por mas que lo intento no puedo dejar de preguntar
Donde esta Dios en estas situaciones.
Hoy levanto mi voz cansada
Hoy brota mi llanto guardado
Hoy maldigo al sistema
Hoy no creo en las reglas
Y mucho menos en promesas
Y la vida se va, sin poder detenerla
Y la muerte llega sin poder apresurarla.

Es un juego de azar, es un cálculo matemáticamente perfecto
Es la maldición del incrédulo
Es la perdición del culto
Es la mordaza del ciego, es el parche del mudo

Los vientos siguen soplando
Las campanas no callaran hasta el día del sepelio
Pero la lapida ya esta allí, y yo junto a ella
Buscando su epitafio.

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