A la cruz del horizonte

Recostado al pedestal de una cruz
Que adorna la desierta arena del desierto
Y me da sombra y cobijo
Mientras escribo mis versos en las páginas de mis recuerdos
Unos tristes
Otros esperanzadores
Que me dicen que algún día llegaras

Y mientras tanto me susurra el viento
Que te siga extrañando
Aun teniéndote presente en la imaginación
De mi corazón latente.

La brisa del mar acaricia mi cara
El sol del mediodía agoniza
Y la luna se prende en llamas
Cuando escribo en líneas furtivas
Los secretos de mi silencio forastero
Secretos que hablan de tu nombre
Secretos que dicen lo que yo no me atrevo
Secretos que te hablan con mi cuerpo
Pero tu a el no le crees
Tu a el lo ignoras y lo crees mentiroso

Y en el horizonte se pinta tu silueta
De arena y azafrán
Con tus pechos al aire
Con tus caderas dibujadas perfectamente a contra luz
Y te vas acercando a la orilla en la que te espero
Impaciente, intranquilo, incompleto
Sereno de tristeza
Repleto de melancolía
Esperando que tu boca bese la mía.

Y mientras le leo a tu silueta
Sentada a mi diestra
Va cayendo la noche
Pintando pequeñas estrellas
Alunizando la enorme cruz
Desapareciendo tu imagen de mi lado
Pidiendo que le haga nuevamente el amor
A esa amante ingrata
A esa puta cara
Llamada soledad
Llamada espera
Y otros que la llaman muerte

Así vivo al exilio
De la realidad de un mundo lleno de jóvenes muertos
De ancianos aun vivos
Un mundo en el que hasta el alma se lapida
Y los sueños se fugan
A países extranjeros
A ciudades infinitas
A imaginaciones más ricas
Y a carteras menos vacías

Así vivo al exilio
Por negarme a dejar de soñar
Por negarme a dejar de vivir a destiempo
Por extrañarte
Por amarte
Si, por amarte
Pecado tan grave
Que me concedió el cielo
Para hacerme ganar el infierno

El infierno de no besar tu boca
El infierno de no tomar tu mano
El infierno de soñarte cada noche
De decirte cada día un nuevo te amo
Y tú lo creas vacio
Lo creas mundano

Y se gasta la última gota de sangre tinta
Escribiendo aquí la siguiente línea
¿Me amarías secretamente?
¿Construirías esta historia forastera?
¿Responderías la correspondencia?
¿Por fin me creerías?